domingo, 26 de febrero de 2017

Chites buenos 3.

  • El director del banco sabía que su secretario se iba todos los días de 11 a 1 pero no tenía ni idea en que perdía el tiempo, así que se decidió a contratar a un investigador privado, que finalmente llegó con los resultados de la investigación y dijo: -Como bien dice el informe y viene en las pruebas aportadas, todos los días sale a las 11 del banco y regresa a la 1, siempre a la misma hora. Coge su coche, se va a su casa, le hace el amor a su mujer y luego fuma uno de sus puros. -¿En serio? Menos mal, pensé que estaría haciendo algo mucho peor. -Creo que no me ha entendido bien. Permíteme que te tutee: El secretario coge tu coche, le hace el amor a tu mujer y se fuma tu puro.
  • Esto eran Pepe y Antonio, dos amigos del alma que lamentablemente se mueren, y curiosamente uno e va al cielo y otro al infierno. Un día, Pepe baja del cielo a visitar a su amigo Antonio en el infierno y se queda muy sorprendido: -De verdad Antonio que no me esperaba esto. Yo siempre fui muy correcto en todo y me gané el cielo. Allí no hay nada y aquí veo que tenéis bebida, mujeres y menudas fiestas. -Que bah Pepe... esto no es lo que te imaginas. Aquí me tienes rodeado con mucha bebida y copas que en realidad están agujereadas y no se puede beber por ellas... imagínate, ¡ni una gota! -¿Y esas chicas tan lindas? -Bueno... eso mucho peor todavía. Ninguna tiene agujero.
  • Esto era un gallego que fue por primera vez a una pelea de gallos en Mexico. No tenía mucha idea pero se decidió a apostar. Había allí uno que parecía que entendía y le dijo: -¿Usted sabe cual es el gallo bueno? -Sí claro, el gallo bueno es el blanco. El gallego se fue a donde las apuestas y allí invirtió su dinero. Pero la cosa no salió bien porque justamente el gallo blanco acabó destrozado, muerto. El gallego se acercó al mexicano y le dijo: -Pues menos mal que sabía cual es el bueno, menuda paliza, ¿cómo me dice que es el bueno? -Es la verdad, el blanco es el bueno. El malo es el negro, un auténtico asesino.
  • Había un hombre que no podía tener hijos y en esto que fue al médico para ver si podía ayudarlo. El médico, para poder diagnosticar necesitaba ciertas pruebas así que le dio un tarro y lo mandó para casa, con la idea que vuelva al cabo de 5 días y traiga el tarro lleno de semen. En la consulta el paciente confiesa: -Verá doctor Prieto, no hay manera... Ha probado primero con la mano derecha, y nada... Luego con la mano izquierda y peor todavía. Pedí ayuda y mi mujer con las 2 manos, pero no había manera. !Hasta colaboró mi suegra con los dientes! Pero no hubo manera de abrir el tarro.
  • Pedro y Juan eran dos leñadores que en plena fanea tienen un accidente donde Pedro se corta un brazo. Juan lo lleva al hospital y lleva también el brazo en una bolsa. Al día siguiente encuentra a Pedro todo recuperado y jugando al tenis. ¡Caramba con la tecnología! Al siguiente día otro accidente donde Pedro se corta una pierna. Juan lleva a Pedro y a su pierna al hospital y al día siguiente lo ve jugando al fútbol. ¡Caramba con la tecnología! Otro día sucede que esta vez se corta la cabeza. Juan lleva el cuerpo al hospital y la cabeza metida en la bolsa. Al día siguiente contaba con Juan pero como no venía fue al hospital y le dijeron: -Se hubiera salvado pero un idiota metió la cabeza en una bolsa y se asfixió.
  • Era una pareja de españoles que va a Nueva York, y donde el marido hablaba el inglés y ella no. En la aduana el empleado les pregunta: -Buenos días y bienvenidos. ¿Podrían entregarme la documentación? La mujer que no entendía nada pregunta: -Mi amor, ¿qué ha dicho? -Me ha pedido los papeles. -¿Tienen algo que declarar? -No, absolutamente nada. La mujer pregunta y el marido le traduce algo molesto. -¿De dónde vienen ustedes? -Somos españoles. La mujer: -Cariño, ¿qué ha dicho? -Pregunta de donde venimos. -¡España! Yo estuve unos días allí hace tiempo. Magnífico país, con muy buen clima y rica comida. Conocí a una mujer insoportable, no me dejaba en paz, muy pesada, me interrumpía, hablaba y hablaba y en la cama fatal. -¿Qué ha dicho cielo? -Dice que te conoce.


  • Anita y Pepe estaban por comprometerse en matrimonio. Pero antes de aceptar, ella decidió confesarse: -Mira Pepe, me daba mucho reparo decírtelo pero antes de seguir quiero que sepas que tuve un problema de niña y mis senos no se desarrollaron mucho. Los tengo como un niña de 11 años. -No te preocupes Anita, no me importa que yo te quiero igual. A todo esto, yo también te tengo que confesar algo y es que tengo un rabo del tamaño de un recién nacido. -No pasa nada Pepe, encontraremos la manera. En esto que tras casarse ella le mete mano y luego escapa corriendo. -¿A donde vas Anita? -Me mentiste, dijiste que tenias un rabo de un recién nacido. -Y es verdad, pesa dos kilos y trescientos gramos, y mide 43 centímetros.
  • Era un jubilado que contaba cómo se entretenía últimamente y comenta: El otro día por ejemplo fui a Correos a entregar un paquete. No tarde ni cinco minutos y cuando salí junto al coche que estaba en la puerta vi al policía rellenando la multa. -Pero hombre, si no he tardado ni 5 minutos, ¿no podría tener un buen gesto? Al ver que el policía no hacía ni caso le dije: -En fin, menuda vergüenza, esto no se hace porque las multas son caras y no es para tanto. El policía terminó con la multa y se puso a hacer otra, esta vez de la ITV que parece que no tenía bien la pegatina. Entonces me enfadé más y le dije que creía que me estaba tratando como un capullo. El policía siguió poniendo multa tras multa durante 20 minutos hasta que finalmente le dije: Lo siento pero ya tengo que irme, ahí viene mi autobús.


  • Estaba Pepe y Guillermo en el bar tomando algo y conversando cuando de repente dice Pepe: -¿Sabes lo que sueño últimamente? -No. -Sueño que tengo que ir a la ciudad en bicicleta y de hecho voy y vengo. Por la mañana me levanto y noto un enorme cansancio. -Anda mira. Pues yo sueño que estoy en una habitación con dos chicas muy monas, pero claro, no doy hecho y entonces paso toda la noche en conflicto al no saber que hacer. -Pero tío, ¿por qué no me invitas y yo te ayudo con eso? -Si eso ya lo hago, pero cuando te llamo me dicen que saliste en bicicleta.

  • Eran 2 amigos que querían montar una fiesta y hablaban de ello en voz alta. Una gorda que estaba al lado escuchó el problema y se ofreció para que fuera en su casa. -Llegó el día y la gente bebió de más a la vez que llegaban los bailes, pero la gorda se quedó en una esquina. Un borracho le dice al otro. -Oye tú, saca a bailar a la gorda. -No, paso. -Sácala tú -le dicen a otro. -No. En estoy que llega otro borracho y le dicen: -Saca a la gorda. -Vale, ahora voy. Entonces el borracho se acerca a ella y le dice: -Oye gorda, vete a tu casa.

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